Muchas veces nos preguntamos por qué no hacemos aquello que sabemos hacer, por qué postergamos lo inevitable, o por qué no sucede aquello que deseamos en nuestra vida y es que no somos conscientes de que cualquier cambio en nuestra vida, se produce en un instante, ese en el que tomamos la decisión, asumimos el compromiso y pasamos a la acción.

Todo cambia en un instante. Este fue uno de los grandes aprendizajes que yo tuve y que trato de no olvidar. Cambiar algo en mi vida, depende de mí y de mi respuesta a la situación que estoy viviendo. Es tan simple como para obviarlo y tan poderoso como para no perderlo de vista nunca.

Ahora que estamos a principios de año, hablamos de planificar, hablamos de marcar objetivos, de hacer algo para obtener aquello que no tenemos y que deseamos en nuestra vida. Pensamos muchas veces que para lograrlo hay que hacer muchas cosas y creamos una lista interminable, que vemos muy grande y muy difícil, tanto, que nos agobiamos, no le dedicamos ni la atención ni la dedicación que requiere, especialmente porque no sabemos cómo hacerlo.

Cuando no logramos aquello que nos proponemos puede ser por varias razones, os comparto las más críticas:

  1. No dar importancia a marcarse objetivos. Cuando marcamos nuestros objetivos nos enfocamos en lo que queremos

Los estudios nos dicen que solo el 5% de la población se marca objetivos y los escriben. Las personas que escriben literalmente sus metas, acciones y hacen un seguimiento, logran un 76% de éxito en el logro de sus objetivos. Este porcentaje decrece al 43% para aquellas personas que formulan sus objetivos solo mentalmente.

Edwin Lock, de la Universidad de Maryland, y Gary Latham, de la Universidad de Toronto, llevaron a cabo un riguroso análisis a 35 investigaciones empíricas sobre el establecimiento de objetivos y concluyeron que las metas:

  • Dirigen la atención y esfuerzo hacia su concreción.
  • Energizan y aportan motivación.
  • Generan disciplina.
  • Empujan a la acción y conducen a la activación de conocimientos y estrategias relevantes

 

  1. No tener un método, que nos ayude a obtener resultados predecibles. Si no disponemos de un paso a paso, dejamos el cumplimiento de los objetivos en manos del azar. A mí me gusta decir que abdicamos, porque cedemos nuestra responsabilidad a lo que ocurre a nuestro alrededor y esto es muy desmotivador, porque puede ir bien o mal, pero no somos capaces de entender el por qué, ni somos capaces de repetir aquello que deseamos.

 

  1. Tener miedo a fracasar. E l miedo a equivocarnos nos paraliza. Miramos atrás y vemos los resultados de ocasiones anteriores, cuando estos no han sido buenos nos bloqueamos y lo que es peor, empezamos a asociar nuestra valía con nuestros resultados, lo que se convierte en un auténtico problema.

 

  1. Pensar que somos así y que no podemos cambiar. En este momento nos rendimos, a la vida que tenemos, lo que nos sucede y dejamos nuestra soberanía guardada en lo más profundo de nuestro ser.

Por todo esto es importantísimo rodearse de personas que nos inspiren, asistir a taller que nos motiven y nos den otra perspectiva, contar con personas que nos guíen si es necesario.

Recuerda…

Todo cambia en un instante.

El instante en el que sabes lo que quieres.

El instante en el que te comprometes con ello.

El que te das permiso de ser soberana de tu vida.

Todo cambia en un instante, el instante en el que te pones en acción real

 

 

María Alonso

Coach