Apenas hemos terminado el mes de enero 2024, y las celebraciones de fin de año ¡parecen tan lejanas! Ya se han olvidado las prisas por las compras de último momento, los agobios por preparar esa comida especial y tener la casa lista para recibir a la familia, amigos y seres queridos.

Así como todo esto parece muy lejano, de igual modo sucede con tus propósitos (si es que te ha dado tiempo a pensar en ellos)

Ayyy!!! el tiempo, ¡qué tema! un factor tan sutil, siempre presente y eterno, que va achuchando nuestra existencia (casi siempre de forma inconsciente), al que le debemos todo nuestro respeto y admiración. Cuan denostada está la reputación del tiempo y cuan poco lo conocemos, pero en este artículo no voy a hablarte de ello.

En esta ocasión vengo a ofrecerte un secreto: debes convertirle en tu aliado.

Si, si… ya escucho tu primer pensamiento que se resume en ¡cómo lo hago!

Aquí va la respuesta, respira profundo y dame el 100% de tu atención:
“lo consigues alineando todas tus dimensiones en el presente”

Listo… ya lo sabes… ahora ¡manos a la obra!

Ok, ok… voy a ir más despacio y por partes.

Lo primero es reconocer que eres un Ser Multidimensional porque, cada instante de tu existencia, estás viviendo, en forma simultánea, desde diferentes dimensiones, que componen la esencia de un ser humano.

La primera dimensión, la más tangible, cercana y palpable es la dimensión física. Aquí está incluido tu cuerpo, tu casa, tu ciudad, todo lo que puedes tocar y utilizar para conseguir tus propósitos. En esta dimensión la palabra clave es “ordenar”.

La segunda dimensión, es algo más sutil e invisible a los ojos, por eso a veces no se toma en cuenta, pero desde luego es muy importante: la dimensión energética. Es indispensable que tengas un alto nivel energético, cuidando (y solucionando) las fugas y carencias, en esta dimensión la palabra clave es “nutrir”

La tercera dimensión es el motor de tu existencia: las emociones. Ellas son tu impulso o tu cadena, todo depende de la forma en que seas consciente de cómo operan en ti y aprender a utilizarlas en tu favor. En esta dimensión la palabra clave es “gestión”.

La cuarta dimensión es aún más sutil e intangible que la segunda, sin embargo, es proporcionalmente poderosa: la dimensión mental. Aprender sobre ella, conocer los niveles mentales en los que te mueves y hacer un adecuado mapeo de cómo está organizada “tu mente” son realidades de las que muy pocas personas hablan y conocen pero que marcan la diferencia entre el éxito o fracaso al conseguir tus propósitos. En esta dimensión la palabra clave es “aquietar.

Y, por último, en este repaso sencillo de nuestra realidad multidimensional, debo abrir la puerta a la dimensión espiritual. Porque somos seres espirituales en una experiencia física, y si tienes alineadas las cuatro anteriores entonces puedes permitir que sea tu parte trascedente la que guíe los propósitos, inspire la acción correcta y se manifieste en este mundo ofreciendo así tu mejor versión al mundo. En esta dimensión la palabra clave es “encarnar”.

Si deseas experimentar tu Ser Multidimensional, estaré encantada de acompañarte.

Nos vemos en el siguiente artículo

Un saludo

Analía Marful Lombardi

Coach