Querido Joaquín,

Esta carta abierta se parece a uno de nuestros Reflexiones, solo que en esta ocasión es por escrito y sin dejar de mencionar tu apellido paterno, que siempre me lo olvidaba. ¡Qué paciencia has tenido conmigo!

¡Cuánto me hubiera gustado despedirme de ti! El día que te fuiste, llevábamos dos meses que hablábamos menos porque estabas con otros asuntos y bien sabes que respetábamos nuestros tiempos. Hoy lamento no haber sido más insistente.

Va a hacer un mes que te fuiste y me cuesta comprenderlo, al igual que me cuesta mirar tu cara cuando hablas en nuestros vídeos de Reflexiones en Voz Alta, sin sentir una punzada de dolor en mi corazón.

Fue poco el tiempo que coincidimos en esta vida, pero tu presencia fue importante para mí y para la Asociación Profesional de Coaching de Castilla y León. Has sido para nosotros mucho más importante de lo que te imaginas, tu presencia nos ha dejado una huella tan grande como tu humanidad. Tú veías la grandeza que teníamos, recuerdo cuando estábamos en una jornada de trabajo interna, construyendo nuestro futuro juntos y tú con dos palabras nos mostraste todo el potencial que creíamos haber perdido. Fuiste una brisa de aire fresco, nos sostuviste en esos momentos en los que sólo veíamos lo que nos faltaba, pusiste sensatez, tranquilidad e ilusión para mostrarnos todo lo que podíamos ser. Tu sonrisa y tus silencios tenían la magia de cambiar el enfoque del momento.

Nos abriste a un nuevo proyecto, coaching para mayores. Recuerdo tu proyecto, la cantidad de horas que conversamos sobre él y como me ganaste para “la causa”. Recuerdo cuando lo expusiste por primera vez en una asamblea y las reticencias iniciales de algunas personas. Me siento orgullosa de haberte apoyado.

¡Ay Joaquín! ¿Qué va a ser de nuestro libro? Ese sobre vidas vividas y experiencias compartidas. Recopilar historias variadas de superación o no, para que inspiren a otras personas a dar lo mejor de ellos. Me lo has dejado todo a mí, no sé si sabré hacerlo sola, porque como tu solías decir “cuando muere una persona con experiencia, es como si se quemara una biblioteca”. Te has llevado contigo el conocimiento, las ideas, los compañero de viaje con los que ya habías acordado entrevistas y no tengo ni idea de cómo voy a seguir, eso sí, quiero pedirte que estés donde estés, me guíes para lograr que el libro vea la luz, porque no se puede quedar olvidado. Tendré que escuchar tu voz, leer tus notas y trabajar por los dos.

Te echamos de menos… esas conversaciones con un vinito sobre la mesa y una tapa. Deseo que donde estés haya una terracita para que te sientes y nos veas, nos inspires y nos guíes.

Con cariño, María

 

Soy Jesús, a lo largo de nuestra vida pasan por ella personas que nos dejan una huella profunda. No es necesario pasar mucho rato con ellas, pero los encuentros celebrados son tan especiales que siempre quedan en el recuerdo. Eso es lo que ocurre con nuestro amigo y compañero Joaquín. Tal y como llegó a nuestra existencia, así es como despareció. Sin ruidos, sin grandes gestos, solo con su presencia; siempre serena, mesurada, con las frases justas en el momento justo, aportando su conocimiento y saber en las dosis adecuadas. Y nos dejó tan de sopetón que casi no nos ha dado tiempo de despedirnos. Ahora nos queda su recuerdo, su gran humanidad, su convencimiento de que el Coaching era una forma extraordinaria de ayudar a la gente. Porque esa era la gran cualidad de Joaquín, era un enamorado de la gente, le encantaba dialogar, conversar, proponer, siempre con el objetivo del crecimiento personal, del crecimiento colectivo, de buscar lo mejor de cada persona. Sin una palabra más alta que otra, sin un mal gesto, siempre aportando  y proponiendo, buscando el consenso y los acuerdos beneficiosos para todos los implicados. Ha sido un suerte conocerte, Joaquín, un privilegio y una época de aprendizaje y cooperación inolvidable. Tu recuerdo siempre caminará conmigo y estoy seguro de que en el lugar donde estés contaremos con tu inspiración y ayuda en nuestro caminar.

¡¡¡¡ GRACIAS JOAQUÍN Y UN ENORME ABRAZO!!!!!!!! Jesús

 

Me toca a mí Analía,

Querido Joaquín, que tu regreso al hogar sea un camino directo hacia tu esencia, vuela tan suave y confiado como puedas, estoy segura que así será, siempre te has dejado guiar por altos ideales y ahora es tiempo de marcar tu norte más alto.

Estoy muy agradecida de haber compartido este tiempo de trabajo en equipo, que ha sembrado la semilla de un futuro muy prometedor, igual que tu nueva vida, la que has empezado en un plano diferente al que conocemos y que espero sea igual de apasionante para ti, como lo fue ésta que acabas de dejar atrás.

Y así es, sigue hacia adelante, sin mirar atrás. Buen camino querido Joaquín. Analía.

 

Gracias Joaquín por tu tiempo, tus aportaciones desinteresadas, tu grandeza de alma. Nos volveremos a encontrar.

 

Tus compañeros de la Asociación ❤️