Pedid y se os dará, dijo el gran maestro Jesús de Nazaret, que nos dejó códigos indispensables para transitar el camino de la vida.
El poder de la intención y el pedir a la divinidad viene a ser lo mismo, en diferentes épocas y culturas.
Desde mi punto de vista, cuando Jesús dijo “pedid y se os dará”, Él nos estaba enseñando lo que ahora llamamos manifestar nuestros anhelos más profundos, a esto se le ha llamado posteriormente el poder de la intención.
-Sin embargo continuamente escuchamos: Dios no me escucha, o bien, yo pongo toda mi intención y mi pensamiento positivo en algo, llegándome todo lo contrario…
Lo cierto es que en el mejor de los casos dedicamos un rato cada día a pedir o focalizar nuestra intención e inmediatamente caemos en el ritmo acelerado del día a día y los consiguientes automatismos, convirtiéndose en un pensamiento más en nuestro día, por positivo que sea.
El deseo hay que perfeccionarlo, observando nuestras propias interferencias para no caer en la trampa de nuestro inconsciente, queriendo una cosa pero no lo que conlleva, y como dijo Wayne Dyer:
Tus actos deben estar en armonía con tus pensamientos.
Pero ¿Cómo pedir, cómo manifestar aquello que deseamos?
Hay cinco pasos que son hacia dentro, y que hay que tener en cuenta:
-Observación consciente y continuada de uno mismo ya que pudiera ser que una parte de uno mismo quiera con fuerza algo y que otra haga oposición, boicoteando el deseo y por tanto la intención.
-Observación de las emociones: miedos, sentimientos de culpa, lealtades, obligatoriedad. Podrían formar parte del auto-boicot…
-Identificar nuestra conversación interna: ese loro que todos llevamos incorporado de forma inconsciente y que desde las creencias adquiridas nos dirá: que es bueno o no para nosotros, lo que debemos o no debemos hacer, lo que nos merecemos o no merecemos…
-Adquirir la certeza de que lo que se desea es posible para uno mismo.
-Creernos merecedores de ello, y desde ahí elevar nuestros deseos al cielo.
Considero que el paso siguiente
Y que realmente es la llave del poder de la intención, es la Acción:
-Poner en marcha ese trabajo de conocimiento para que nuestras contradicciones internas dejen de mantenernos siempre en el mismo lugar.
-Ponerse en acción a nivel externo, gestionando todo lo necesario en el día a día para llegar al objetivo deseado.
Y por último, lo que más nos ayudará en este proceso:
-Encontrar el propósito mayor de nuestros deseos.
Mariña García
Coach para la Vida
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