El comienzo de año conlleva nuevos propósitos en nuestras vidas, desde apuntarnos a un gimnasio, cambiar la alimentación, hasta cambiar situaciones y relaciones que no sabemos vivir o ya no funcionan. En ocasiones este comienzo de año nos exige un cierre de etapa aceptando que algo termina para reiniciar un nuevo camino.

Morir a lo antiguo para un nuevo renacer.

Todos queremos volar y sin embargo todos tememos  el vacío.

El vivir en la incertidumbre y sin certezas nos produce tal vértigo que simplemente cambiamos de jaulas, donde disfrazamos nuestros temores más profundos, acentuándose nuestros automatismos y  se apaga nuestra Luz. En realidad en las jaulas habitan nuestros miedos, aquello que ni nos planteamos cambiar por miedo a perder nuestras seguridades, mientras quedamos enjaulados en falsas certezas.

El año nuevo nos ofrece la oportunidad de abrir una nueva puerta y dar el salto al vacío aprendiendo a volar sin certezas en medio de la incertidumbre.

Morir para renacer, es el reto q a todos los seres humanos se nos presenta alguna vez en la vida.

Al igual que el mito del águila, que cuando sus alas se vuelven pesadas, el pico se curva y sus garras se debilitan, deben decidir entre morir físicamente o enfrentar un doloroso proceso de renovación: retirándose para arrancar sus plumas, golpear el pico contra una roca hasta desprenderse de él y esperar a que crezca el nuevo para arrancar sus uñas. Nos cuenta este mito que al final de este proceso el águila inicia un nuevo vuelo, con las fuerza renovadas en busca de su destino. Ya no tiene miedo a volar más allá de lo conocido.

Mariña García

Coach para la Vida